¿Porque no leen los colombianos? de Hernán Darío Caro, es netamente un texto argumentativo: el autor, durante todo el trayecto del mismo, mantiene la idea de lograr persuadir al lector sobre su tesis.
Es fácil percibir la intencionalidad que tiene caro, solo por el hecho de su insistencia acerca de un tema, que en un principio deja a la imaginación cualquier respuesta menos la que este plantea en el transcurso de su escrito.
Por otra parte, vale resaltar que el autor cita varios acontecimientos para reforzar sus argumentos, y toma como base datos estadísticos del ministerio de cultura para reforzar su planteamiento. Además el texto es de un fácil entendimiento para cualquier tipo de lector
Ahora, con respecto al planteamiento general, podemos decir que lo tratado en el texto puede fácilmente interpretarse como un problema contemporáneo de mas o menos dos décadas hacia adelante, y por supuesto, es algo que nos afecta a todos.
Para dar un resumen de el texto, el autor dice que una solución al problema de la lectura es la implementación de vías férreas y por ende de transporte ferroviario tanto en la ciudad como en el país, debido a que los resultados que se muestran en países donde existen estos medios de transporte se evidencia un aumento en la disponibilidad y la aceptación de la lectura en los pasajeros.
La crítica que hace el autor a los hábitos de lectura que tienen los colombianos (basándose en los resultados dados por el ministerio de cultura) es fuerte y deja mucho que desear.
La coherencia en el orden de las ideas hace que el texto sea fácil de interpretar, y mas aun, de comprender la intención comunicativa de este.
El hecho principal es que se plantea una posible solución, que a decir verdad, se establece desde la subjetividad de su forma de interpretar la solución, y no desde una perspectiva más objetiva; en la cual se puedan tomar en cuenta las implicaciones y consecuencias que traería un proyecto como este. Que realmente suena un tanto utópico, si nos basamos en el sistema económico, y en la geografía que tiene nuestro país.
La idea resulta un poco romántica. El hecho de que con la construcción de vías férreas aumentara el trabajo y la disposición a.la lectura, en mi opinión, elevan el nivel de escepticismo en relación a la multi-causalidad de estos hechos, que al parecer el autor omite.
También es cierto cuando menciona que: “los colombianos solo leemos avisos de buses y de publicidad”. Es triste aceptarlo, pero en gran medida es cierto; no obstante, debemos tener en cuenta que la mentalidad que se ejerce en cada uno de los habitantes de este país esta guiada hacia el trabajo y el consumo, donde las primeras necesidades son sobrevivir y disfrutar. Nada importan los libros, puesto que el conocimiento y la información son otorgados por la televisión
Por otra parte, es preciso resaltar la buena intención de Caro, al dar a conocer tan desalentadora, pero real situación, y al atreverse a plantear una solución desde su concepción de la idea.
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